Deporte y publicidad llevan décadas siendo una combinación ganadora.
Hace ya más de cincuenta años que la compañía Gatorade firmó un contrato por el que consiguió ser la bebida oficial de la NFL (Liga Nacional de Fútbol Americano).
Coca-Cola madrugó mucho antes en esto del marketing deportivo y ha estado presente en todas las Olimpiadas que se han celebrado desde los Juegos Olímpicos de Ámsterdam en 1928.Pero las posibilidades para que las grandes firmas deportivas ofrezcan una imagen de marca asociada al éxito y a las grandes estrellas del deporte es particularmente destacable en los últimos treinta años.
Pocos lemas publicitarios han cosechado tanta fortuna como el eslogan de Nike “Just Do it” (simplemente hazlo). Rafa Nadal, Michael Jordan o Ronaldinho fueron algunas de las estrellas mediáticas que se contrataron para que el mensaje de Nike calara entre los cientos de millones de aficionados al deporte. Desde entonces, el lema de la marca norteamericana ha dejado de ser un simple lema con gancho a convertirse en un grito reivindicativo y una filosofía de vida que representa a muchísima gente.
Impossible is nothing
Adidas no se quedó atrás cuando en 2004 tomó prestada una frase de Muhammad Ali para reinventarse como marca deportiva inspiradora: “Impossible is nothing”. Fue el lema que escogió para atraer hacia su marca a un público joven y aficionado al deporte. Deportistas célebres como David Beckham, estrellas de la NB como Tracy McGrady, atletas, futbolistas, tenistas y hasta un total de 22 grandes celebridades de la época que destacaban en el ámbito deportivo, lograron que Adidas se convirtiera en la pancarta tras la cual marcharon millones de personas en todo el mundo dispuestos a superar sus límites y alcanzar las metas de sus sueños.
Las marcas deportivas vienen invirtiendo grandes presupuestos y un gran derroche de imaginación y talento cinematográfico para unir en spots de pocos minutos a grandes futbolistas con la idea de una marca ganadora, logrando que las adhesiones que despiertan las grandes estrellas de los equipos se transformen también en simpatía hacia las marcas comerciales que han convertido a estos cracks del fútbol también en iconos mediáticos.
Nike y la primera superproducción con las estrellas del momento
Corría el año 1996. Mes de abril y la liga española se decidía con un Barcelona-Atlético de Madrid. Cuando los jugadores se fueron a los vestuarios al descanso del partido, Nike aprovecha la audiencia millonaria pegada ante las pantallas de los televisores para retransmitir en un spot de 1 minuto y treinta segundos su “partido del infierno”.
En un circo romano en ruinas, una selección de los mejores jugadores activos de entonces como Maldini, Cantoná, Ronalddo Nazario, Figo, y Kluivert entre otros, debían de enfrentarse a unos bárbaros enmascarados para los que en las reglas del juego valían los cabezazos, los puñetazos y cualquier marrullería violenta. A pesar de la lucha tan desigual, el talento futbolístico y el dominio del arte con la pelota lograban vencer al equipo de bestias monstruosas al que se enfrentaron.
Nike no reparó en gastos para narrar esta superproducción muy vistosa cinematográficamente y bastante eficaz desde el punto de vista del mensaje publicitario que quería lanzar: Just do it. No importa el reto al que te enfrentes, simplemente hazlo.
La selección brasileña y el anuncio del aeropuerto
Mundial de Francia 98. La selección de Brasil espera en el aeropuerto a que su avión salga rumbo a Europa. La sangre caliente brasileira impide a las estrellas cariocas estarse mucho tiempo quietos.
Uno de ellos saca un balón de su bolsa de viajes y comienza a dar toques. Rápidamente, el resto del equipo se une y comienzan a hacer un rondo interminable mientras suben escaleras mecánicas, se internan en las salas de esperas, burlan controles de seguridad y le hacen el túnel a los seguratas.
Corriendo tras la pelota, llegan hasta la pista de aterrizaje donde el avión está embarcado las maletas del equipo.
Balón, samba y Nike unieron todo su potencial creativo para lograr este vídeo publicitario con gran fortaleza visual.
El mayor robo de la historia, hecho por futbolistas
Al estilo de Misión Imposible y una parodia de los grandes atracos de la historia, un comando capitaneado por Louis Van Gaal y formado, entre otros, por Guardiola, Totti, Nakata, Figo, Cole, Thuram, debe entrar una fortaleza y sortear sofisticadísimos sistemas de seguridad para lograr hacerse con el botín más valioso que hay dentro: un balón.
La imagen final de Davis colocándose las gafas y arramblando con el balón se convirtió en un símbolo desde que el futbolista holandés apareciera jugando siempre con ellas tras habérsele diagnosticado glaucoma. Nike volvió a petarla con este spot.
La jaula, el anuncio que inspiró el Fifa Street
Fútbol, ciencia ficción y Nike, tres viejos amigos que volvieron a reencontrarse para la grabación de un anuncio publicitario.
Un total de 24 futbolistas actuaron en la producción de este spot. Figuras como Figo, Roberto Carlos, Ronaldo Nazario, Cafú, Mendieta, Crespo, Totti y Henri, entre ellos, deben disputar un torneo encerrados en una jaula.
Uno a uno van cayendo los equipos formados cada uno por tres jugadores, hasta la eliminatoria final.
Como maestro de ceremonias actúa, cómo no, Cantoná, que se convirtió en el perejil de todas las salas de Nike.
El Brasil vs Portugal más famoso de la historia
Año 2004. Un jovencísimo Cristiano Ronaldo comienza a hacerse un hueco en ese salón de la fama que es el fútbol de alto nivel. Ronaldo Nazario, Figo o Roberto Carlos empiezan a ceder empuje y sus carreras ya pierden fuello.
Sin embargo, Nike reúne a estas tres estrellas por última vez para protagonizar un vídeo brillante, lleno de ritmo, música y color, que huele a domingo y sabe a fútbol, y del bueno.
El sport recrea un encuentro ficticio entre las selecciones de Brasil y Portugal. A ritmo de mambo y gritos de ¡olé!, el pique deportivo comienza desde el túnel de vestuario y, sin esperar a salir al campo, comienza la disputa futbolística corriendo tras la pelota por los pasillos y bocas del estadio, sigue en el campo y continúa solicitando a los espectadores de la calle que les devuelva el balón que se ha caído.
Cuando las selecciones están alineadas de pie para que suenen los himnos, los jugadores aparecen con magulladuras como si vinieran de la guerra… y entre los figurantes ¿quién aparece? Por supuesto, ¡Cantoná!